lunes, 25 de mayo de 2015

Emociones Compulsivas.

Quiero sentir que el haberme dejado llevar por mis emociones fue lo correcto, que es mejor así y que tal vez el tiempo decidió las cosas, que aposte por lo no seguro pero por lo que me causa un placer eterno...

Que aun sabiendo que esto no llegara a ningún futuro lo tendré siempre, que los intentos fallidos acabaron con la mínima posibilidad de recuperar ese primer amor que se obtiene, que sera un amor del pasado algo ya vivido, que se lo contare a mis hijos, que, esto no implica que deje de ser el amor de mi vida, y que solo estuvimos destinados a estar un tiempo juntos para aprender y conocer el amor verdadero, pero que inclusive este se acaba, se marchita, se agota y es imposible volver a los tiempos de miradas compulsivas.


El daño ya es parte de esta traición y podrían catalogarlo egoísta, inmaduro o algún sinónimo que se les ocurra por que yo ya los olvide, no tengo punto de comparación alguna, para mi fue lo mejor que me ha pasado, pero entre esto y aquello viví lo mejor de dos mundos, y necesito querer saber y sentir mas de mi otro mundo.


domingo, 24 de mayo de 2015

Antes de rendirnos, fuimos eternos.

pareja16
Nuestro error fue ir demasiado rápido, no darnos tiempo para pensar.
Nuestro amor era único. Parecía sacado de una novela de ficción: era demasiado bueno para ser cierto. O al menos, eso me gustaba pensar.
Creímos en un sentimiento que veíamos hermoso y puro. Cegados por la emoción de encontrar algo tan preciado. Nunca nos cuestionamos si estábamos haciendo las cosas bien, o si realmente éramos el uno para el otro, siquiera si éramos compatibles… y por eso la caída dolió más.
Fuimos eternos. Juntos, podíamos volar. Cada encuentro, cada beso, cada minuto de nuestro amor se sentía como año nuevo, como una explosión de fuegos artificiales en mi pecho. Con solo una mirada supe que nos acompañaríamos toda la vida. Apenas nos conocimos, y comenzamos una aventura juntos. Quizás ese fue nuestro error, ser tan descuidados, apresurados y no darnos el tiempo de conocernos en profundidad.
pareja13Fuente: We Heart It.
Pero en el momento, no me importaba. Estábamos juntos y la magia que eso producía, era única. Quería seguirte a todos lados, y tú a mí. Armaríamos nuestra vida sin que nos importara el resto. Nos subimos en este viaje y presionamos el pedal para ir a toda velocidad.
Y es así que chocamos. Nos estrellamos en nuestra propia realidad. El tiempo a solas nos comenzó a pasar la cuenta, porque no estábamos preparados, no nos conocíamos lo suficiente. Y podría haber sido bello, ir aprendiendo del otro en el camino, pero no. Creo que lo peor de esto, es que nos dimos cuenta de que no éramos tan el uno para el otro como pensamos. Simplemente no eras quien debía acompañarme en el resto de mi vida, ni yo para la tuya.
pareja5
Me frustraba no complacerte, no ser compatibles, tener cosas de fondo tan opuestas, que solo llevaban a horas y horas de discusiones. Apenas teníamos contacto físico, que al parecer, era lo único que nos unía.Nuestra tristeza cavó una zanja muy profunda, que nos separó. Tu mente estaba a kilómetros de nuestros antiguos sueños, que ya ninguno de los dos quería.
No quise seguir intentándolo, y tampoco querías tú. Pueden decir que es lo más fácil por hacer. Fuimos cobardes, y nos rendimos. Pero antes de eso, nuestro amor no tenía fin. Quizás otro día, en otro lugar,volvamos a encontrarnos y esto sea finalmente así.

El día en que asumí que simplemente no eras para mí-

No fue sencillo darme cuenta de que quererte no era suficiente.
Quiero que sepas que no fue sencillo, esto de darme cuenta que quererte no era suficiente. Las películas, los libros, todo a nuestro alrededor nos tiene convencidos de que el amor siempre será más fuerte, y aunque pueda parecer un poco duro de mi parte, creo que en nuestro caso no fue así. No fue suficiente sentir que el corazón me latía cada vez más fuerte cuando tus brazos me rodeaban, ni pensar que finalmente había encontrado la persona con la que construiría mi hogar.
Yo quería seguir tomando tu mano todas las mañanas al salir de casa, quería seguir diciendo buenas noches cada vez que apagáramos la luz incluso si ibas a dormir justo a mi lado. También quería otras cosas que no eran tan buenas como seguir ignorando el vacío en tus ojos y la forma en la que mirabas a otras chicas.
972

Me negaba a preguntarte aquellas cosas que sabía me llevarían a una respuesta que no quería escuchar, cómo que tan seria era nuestra relación, si es que acaso teníamos algún tipo de exclusividad o si lo que sentías calificaba como amor. Creo que ese fue uno de los errores que cometí, especialmente porque mi intuición me gritaba a todo volumen que debía salir de allí.
El amor no siempre es tan fácil. Hoy sé que también es posible que lo que sintiese por ti no fuese amor porque el amor nunca quita y siempre da con amabilidad y sin pedir nada a cambio. Han pasado los años y he crecido, es inevitable que el tiempo haya pasado y que tu figura se haya quedado atrás. No todo siempre fue tan sencillo como ahora, no siempre fui la misma persona. Hubo meses terribles, meses en los que me ahogaba en el océano y desaparecía entre mi propia angustia y los pensamientos que tanto me aterraban. Yo sabía que un día te irías y no sabía como controlar el miedo que sentía.
973
El proceso me tomó meses, y es posible que si hubiese tenido un poco menos de fuerza de voluntad me hubiese tomado años, pero decidí que era hora de pensar un poco más en mí. Muchas veces me acusaste de tomar la decisión errónea, de ser egoísta, de negarme a ver lo obvio. Creo que tus palabras tuvieron el efecto contrario al que deseabas y que fueron ellas mismas las que me hicieron despertar de forma tan abrupta.
Tú sólo te amabas a ti mismo y yo no podía seguir entregándote algo que ni siquiera tenía para mí misma. ¿Cómo amarte si ni siquiera lograba amarme a mí? No era posible. Nunca olvidaré el día en el que fui suficientemente fuerte como para tomar la decisión que tanto miedo me había causado. Fue como haberme liberado, como haber abierto una puerta que por mucho tiempo había permanecido cerrada bajo siete llaves.
970
Aunque suene extraño, quiero darte las gracias, porque fue a través de esta experiencia que aprendí a valorarme y amarme como siempre debería haberlo hecho. Quiero que lo sepas, incluso si tus pasos te han llevado hacia otros lugares. Espero que tú también hayas cambiado y que las chicas con las que te hayas encontrado en el camino hayan sabido diferenciar lo que era real y lo que era sólo fantasía en tus palabras.
Te quise y no me arrepiento, porque supe que seguía siendo lo suficientemente humana como para ser capaz de amar, incluso si no eras para mí.

Sin que siquiera te dieras cuenta, me perdiste.




Todos nuestros años juntos ya no significan nada para mí. Ojalá que tengas suerte.
No tuviste tiempo de mirar, de pensar en que me estabas alejando de ti. Estabas demasiado sumido en tus vanidades, en tus pensamientos, y olvidaste que formamos un equipo, que teníamos un compromiso, y era estar el uno para el otro en las buenas y en las malas. Pasase lo que pasase.
Para mí tampoco fue fácil. Aunque ahora lo veas así, pasé meses a tu lado viendo cómo no me escuchabas, cómo pasabas de mí y de mis sentimientos. Demasiado embobado por tu propia imagen y tu ilusión de una vida perfecta, sin decirme nada me di cuenta que no era la mujer que querías para construir tu cuento de fantasías. Dirían que eso le pasa más a las mujeres, pero tú eras un chico especial, sí que lo eras. Y lo eres aún.
pareja4
Aún sumida en este rol de acompañante silenciosa, me quedé junto a ti. Al principio callada, solo esperando que no me dejaras. Me sentía atada a ti, enamorada hasta la fibra más mínima de mi ser. Dispuesta a desaparecer cuando lo necesitabas, y a aceptar las veces que me intentabas ignorar. De a poco, tuve las agallas siempre de decir lo que pensaba y sentía. De arriesgarme a que me dejaras, porque estaba pidiendo un cariño, estaba exigiendo, ¡imagina! Pero seguía siendo invisible para ti. Mis palabras no significaban nada.
A pesar de todo lo que habías cambiado, y que estaba segura de que me querías, pero no en tu vida, nunca tuviste la fuerza para decírmelo. Estabas esperando que me marchara, que me agotara y decidiera dar vuelta la página. No tenías el valor, esperabas a que fuese yo quien dijera las palabras. Para que así, tú siempre quedaras bien. Pero aún dándome cuenta de eso, seguía junto a ti, aferrándome a los pequeños momentos en que me demostrabas el más pequeño signo de amor.
pareja
Me perdiste en las miles de disculpas que te di, por cosas que ni siquiera yo había hecho. Siempre intentando conciliar, dar mi brazo a torcer, hasta quedar indigna. Tú te enojabas, o tú te equivocabas y te encerrabas en ti mismo. Y yo llegaba a ti, deshecha en disculpas y en promesas para que volvieras a mí, al menos a hablarme, sin darme cuenta que ya estabas a kilómetros de distancia.
Alguna vez te llamé “amor”, y ya no me arrepiento. Pero me perdiste porque no me valoraste, porque preferiste vivir de apariencias, y lo que eras conmigo, ya no lo querías ser para el resto. Te deseo una mejor vida, pero ya no puedes volver a mí.

A ti, que no has podido decidir si te vas o te quedas.



fr Yo tampoco te cambiaré la vida.


Entra o sale, pero no te quedes más en la puerta… porque duele. 
Es una pena que tú, por el que tantas expectativas tenía, por el que estaba volviendo a sentir eso que pensaba que ya no existía dentro de mi, me estés provocando las ganas de pedirte que te vayas.
O que entres de una vez. 
Pero no te quedes más a la deriva… porque es una tortura.Una tortura que no habla. Y los peores dolores son en silencio, porque se agrandan. Pero tampoco me veo con la capacidad mental, ni mucho menos emocional, de poder explicarte todo lo que siento.
large
Porque siento. No soy de hielo… y lo era. Y es una verdadera pena, que tú que tanto me derretiste, me estés demostrando que llevas mucho más hielo del que me había creado yo…
Lo peor de todo es que ya no me reconozco ni a mi misma, no entiendo cómo me estoy dejando engañar de esta manera y que aún así… lo permita.
Solo con tal de que dure una vez más. Solo con tal de que no se agote otra esperanza más. 
Y eso no es quererme, eso es querer que me quieras tú.  Y no.
Esa nunca he sido yo.
Y me echo tanto de menos… que me esfuerzo en recuperar mis días conmigo misma con nada más que un libro y un camisón, y ya no consigo concentrarme en otra historia que no sea esta; intento recuperar la alegría que me sobraba en mis días con mis amigas, y ahora tengo que obligarme a desconectar mi mente y dedicarle esos instantes únicamente a ellas; intento recuperar esa chispa en mis días de fiesta, en los que antes todo fluía y ahora solo busco la manera de que no fluya nada, de dejar una hoja en blanco; pero sobretodo… intento recuperar todas mis noches…
large-7
Quiero recuperar esas noches en las que llegaba a mi cama y ni siquiera miraba el móvil para preocuparme si había puesto la alarma o no, me sobraban segundos para quedarme dormida… 
Ahora… ahora después de quince hojas escritas de malas maneras y siete cigarros, los cuales nunca me han hecho falta, se me han convertido en la única manera posible de conciliar el sueño y sentirme… desahogada.
Y no está bien que tenga que contárselo a unas hojas, que siempre acaban rotas de dolor por no romperme yo de dolor contigo. Solo por el hecho de no saber qué pasa por tu cabeza, si es que paso. Porque nunca pasa nada… porque siempre está “todo bien”. Y no encuentro frase más hipócrita que esa…
Pero si yo soy ese “todo bien” al final de un día, si no soy quien te provoca contarle absolutamente NADA, que simplemente te provoca… entonces… entonces ahórrame a mi este esfuerzo, este pulso que me estoy echando inútilmente… y vete.
Y no vuelvas.
Ni aún pidiéndotelo yo.
El pacer que me produce su manera de hacerme el amor. Y no existe nadie mas y no existirá en esta faz ni en la siguiente alguien que tan bien me complemente, somos dos piezas que encajan perfecto, fue plenitud lo que sentí estando dentro de ti, algo como que tu vas en mi y yo voy en ti.

La necesidad de tocarnos, besarnos y estar en el mayor éxtasis posible, no cabe duda de que esos momentos nuestro deseo animal se apodera de nuestras mentes y cuerpos... 

El sudor, tu olor, tus ganas que son mías, tu cuerpo unido al mio,